Juan Luis Galiardo
Nunca tuve el gusto de saludarlo, de compartir con él unas palabras. Lo máximo que logré fue cruzármelo una noche de sábado junto a la madrileña glorieta de Cuatro Caminos. Quizá por sincronicidades de la vida, sólo un rato antes de este fortuito encuentro yo había estado hablando con mi mujer de este ser humano al que tanto admiraba. Y […]
» Read more